Aluminosis

La noche del 11 de noviembre de 1990 era tranquila en el número 33 de la calle Cadí. Ana Rubió una mujer de 55 años dormía plácidamente en su piso, cuando de repente, a las 3:15 de la madrugada se oyó un gran ruido procedente del salón. Se levantó a oscuras y corrió a ver qué había pasado, pero no se dio cuenta de que ya no había salón, el suelo se había derrumbado y Ana cayó por un agujero de cuatro pisos y perdió la vida.

 

Hola, me llamo Óscar Vaello, soy abogado colegiado de Vaello Legal y hoy te voy a hablar de algo realmente importante que debes saber si estás pensando en comprar un piso en Barcelona, algo que puede arruinar tu propiedad y hacerte perder mucho dinero. Y no, no es una exageración… es la ALUMINOSIS.

 

Pero antes de explicar qué es la Aluminosis, vamos a remontarnos un poco en el tiempo.

En los años 40, España estaba destrozada por la guerra y aislada del mundo, ya que era el único régimen fascista que quedaba en pie tras la Segunda Guerra Mundial.

 

En los años 50, las sanciones al régimen de Franco empezaron a levantarse progresivamente, ya que el nuevo enemigo ya no era el fascismo, sino el comunismo, por lo que España empezó a ser vista como un aliado frente el enemigo común de la Unión Soviética.

 

Fue entonces cuando las regiones del norte, concretamente Cataluña y Euskadi, empezaron una rápida industrialización, y necesitaron mucha mano de obra, así que millones de personas del sur de España emigraron al norte.

 

Barcelona, por ejemplo, en poco más de dos décadas duplicó su población, así que se encontró de repente con la necesidad de construir cientos de miles de nuevas viviendas para dar alojamiento a todas esas personas que habían emigrado desde el sur de España.

 

En esos momentos, la necesidad de construir rápidamente llevó a los constructores a buscar formas más eficientes de construir, y ahí es cuando aparece, lo que en esos momentos era una innovación tecnológica francesa, pero que ya viene de principios de siglo, que es el cemento aluminoso, que es un cemento normal al que le había incluido aluminio, lo que conseguía que se endureciera más rápidamente, pudiendo así construir más rápido, ahorrando tiempo y dinero.

 

Todo iba bien hasta que el 11 de noviembre de 1990 un edificio de Barcelona se derrumbó matando a la pobre Ana Rubió.

 

Tras una investigación, descubrieron que la razón de aquel incidente fue que el edificio estaba contruido con cemento aluminoso.

 

El problema de este cemento es que cuando la temperatura supera los 18 grados, se hidrata con facilidad, absorbe la humedad del aire, por lo que pierde consistencia y afecta a la estabilidad del edificio. Cuando esto sucede, es cuando este edificio tiene ALUMINOSIS. Es lo que le ocurrió en el edificio de la calle Cadí número 33 de Barcelona.

 

En ese momento se dispararon todas las alarmas, pues no había ningún registro de los edificios construidos con este cemento aluminoso, por lo que nadie sabía si su casa estaba a salvo o también se iba a derrumbar.

 

En los años siguientes se analizaron miles de edificios, concluyendo que el 53% de todos los edificios construidos entre 1955 y 1973 habían utilizado este tipo de cemento en su construcción.

 

Aquellos edificios que estaban más afectados tuvieron que ser apuntalados, otros directamente derribados y otros sometidos a una estricta vigilancia.

 

Si bien este tipo de cemento fue utilizado en toda España, los casos más graves sólo se produjeron en aquellos lugares con mayor humedad, como son las ciudades cercanas al mar, como Barcelona, claro está.

 

En Madrid, por ejemplo, el estadio del atlético de Madrid, el Vicente Calderón, tuvo que ser parcialmente reconstruido y reforzado, ya que se encuentra al lado del río Manzanares, lo que genera una mayor humedad en el ambiente.

 

En otros países como en Reino Unido, esta patología provocó también numerosos problemas como en la Universidad de Leicester o en la Camdem School de Londres.

 

El uso este cemento está ya prohibido en casi todo el mundo, pero todavía tiene ciertas utilidades. Por ejemplo, después del accidente de Chernobyl de 1986, el reactor nº 4 fue totalmente cubierto con miles de toneladas de cemento lumínico, porque en esos momentos la prioridad era taponar la fuga de radiación en el menor tiempo posible, así que se necesitaba un cemento que se enfriara rápido.

 

Luego con más tiempo se pudo construir un nuevo sarcófago con materiales más duraderos.

Llegados a este punto te estarás preguntando, muy bien Oscar, de acuerdo, entiendo que esto es algo muy importante a tener en cuenta, pero ¿qué puedo hacer yo para saber si el inmueble que me interesa tiene aluminosis?

 

Desafortunadamente, no existe un registro de edificios con aluminosis, y no está escrito en ningún sitio, tienes que hacer tu propia investigación. Bueno, tú o tu abogado.

 

En primer lugar, debes comprobar el año en el que ese inmueble fue construido. Si no lo fue entre el año 1955 y 1973, no tienes por qué preocuparte.

Si el edificio sí que fue construido en ese periodo, lo primero es comprobar si fue utilizado cemento alumínico para su construcción.

 

Si el edificio se construyó en esa época, hay que comprobar si se utilizó cemento lumínico en su construcción. La investigación implica preguntar a la administración de la comunidad de propietarios, a los vecinos, o también enviar a un arquitecto para ver si hay algún síntoma visible de aluminosis… y si hay alguna duda, se debe hacer un test, una prueba, que puede costar entre 300 y 500 euros.

 

Si el resultado es positivo, que no cunda el pánico todavía, eso no significa necesariamente que el edificio haya desarrollado aluminosis, la mayoría de las veces la cantidad de cemento lumínico que se utilizó en la construcción es tan pequeña, que no supone ningún riesgo. Sólo el 8% de los edificios construidos con cemento aluminoso acabarán desarrollando alguna forma de aluminosis.

 

En el caso de que en el edificio donde vayas a comprar una vivienda, sí que tenga aluminosis, es posible que ya se hayan hecho anteriormente los trabajos para arreglarlo, con lo que tampoco hay nada de qué preocuparse.

 

Finalmente, si el edificio sí que tiene aluminosis, y no se ha reparado, más que verlo como un impedimento, puede ser visto como una oportunidad, ya que el descuento que obtienes por este hecho es superior al coste de la reparación futura. Por ejemplo, puede ser que por le hecho de tener aluminosis consigas un descuento de 50.000 € sobre un inmueble de las mismas características en el mercado, pero sin embargo, la futura reparación en el futuro te va a costar solo 2.000 €. Piensa que las obras de todo el edificio se pagan entre todos los vecinos.

 

Además, la rentabilidad que obtendrás alquilando una propiedad con aluminosis será mayor, porque los inquilinos no pagan menos por eso.

Hay incluso inversores que solo buscan inmuebles con aluminosis, porque puede ser un buen negocio.

 

Sea como sea, esto no tiene que suponer ningún problema si cuentas con la experiencia y el asesoramiento legal adecuado, como el que te proporcionamos en Vaello Legal.

Y ya sé lo qué estarás pensando: Bien, pongamos que no hemos sido tan precavidos de tomar esas medidas, y hemos comprado un inmueble y luego nos enteramos de que nos la han colado y resulta que tiene cemento aluminoso ¿Qué puedo hacer?

 

Pues en ese caso tendrías derecho a reclamar al antiguo propietario una indemnización por la pérdida de valor, o bien que él pague la reparación necesaria para arreglar los eventuales desperfectos, o incluso si la afectación es tan grande que no puede ser solucionado, podrías pedir la resolución del contrato de compraventa, es decir que el vendedor te devuelva el dinero y tú le devuelves su mierda de piso.

 

Si tienes alguna duda, déjame un comentario en el vídeo o mándame un email.

Hasta pronto.